
(a)fònica
Es un programa de relatos, de historias reales, sin comentarios.
Las voces poco escuchadas de mujeres y hombres que viven sobre la tierra.
Descripción
Capítulo especial : Recital de poetas
Alçar las manos, estas, sucias.
Recital de poetas de los setenta y de ahora
Parte 4 : Maria Mercè Marçal
Créditos
Recital poético comisariado por Sònia Moll y Hiedra Marçal con las poetas Adriana Bertran, Alba Camarasa, Maria Cabrera i Mireia Calafell, que recitarán textos propios y de Maria Beneyto, Maria Mercè Marçal, Maria Cinta Montagut y Marta Pessarrodona, con el acompañamiento musical al violonchelo de Laura Sanz que interpretará los Preludios de Sofia Gubaidúlina y las melodías de Hildegarda de Bingen.
Presa de sonido, montaje : Coralie Martin
Gravado en octubre 2019
Puesta en línea : Noviembre 2019
Poemas
Preludi 4
Maria Cabrera recita Si el mar tingués baranes, de Maria-Mercè Marçal
Si o mar tivera barandas...
Rosalía de Castro
Si el mar tingués baranes
i el tomb del cel mollons
prou sabria on cercar-te,
mes no hi vindria, no.
Si pogués posar en gàbia
el plomatge del foc.
Si el vent tingués andanes,
brides i estrep el cor.
Si pogués alçar tanques
al jardí de l'amor,
prou sabria on cercar-te,
mes no hi vindria, no.
No ho sents? S’obren les portes,
portes i porticons,
La pluja trenca ribes,
finestres i balcons!
I és aquí on jo et cerco,
no sé per què ni com,
dins la nit esmolada,
com la tempesta el torb.
Pel mar sense baranes,
pel cel sense mollons.
Maria Cabrera Cançó dels dies de cada dia
demà i la primavera
demà tres oceans
demà mar i muntanya
demà l’hivern sencer
vindré i farà pujada
vindré i tu no hi seràs
seré un grapat de lletres
que no saps pronunciar
vindré amb l’abecedari
i passaràs de llarg
seré un ramat de cabres
pujant pel camí ral
demà portes tancades
demà i els llençols bruts
vindré amb l’ombra molt llarga
vindré i no hi seràs tu
demà me’n vaig de casa
demà l’avern encès
demà seré trenc d’alba
em giro i ja no hi ets
demà la bèstia rara
i jo de cos present
demà muts i a la gàbia
demà noi re de re
demà farem conversa
beguts de cinc a set
demà serem persones
demà de cinc a set
demà seràs memòria
demà seràs ahir
i entre les meves fotos
un record que no hi é
passejo per la vora
del teu retrat lleuger
demà escampem la boira
demà noi re de re
demà serà l’albada
tu i jo de cos present
i a la cantonada
no hi ha cap bar obert
demà seràs la jungla
i jo un ullal ardent
demà tu fet de branques
i el meu cor fet de dents
demà ni amors ni odis
demà tu ja no hi ets
i a la cantonada
escombren els carrers.
Mireia Calafell recita Maternitat de Maria-Mercè Marçal
A l’Heura, a contra llei d’un vers de Sylvia Plath
Des del principi no ha estat moneda fàcil
el teu riure. Quin pop
te n’ofegà l’esclat en el bressol?
Les guerres, ja ho sé prou, no són alegres.
I potser no he sabut, en terra de ningú,
plantar jardins oberts per als teus ulls...
Ni treva, ni quarters,
ni mapes coneguts, ni l’enemic amb rostre...
I tu menges, dissolta
en el meu pa, la guerra,
liquada en els meus ossos
i fosa dins la sang
que s’agleva en amor
difícil cap a tu.
Mireia Calafell Requisit
Ariadna Bertran recita Cançó de fer camí de Maria-Mercè Marçal
Vols venir a la meva barca?
-Hi ha violetes, a desdir!
Anirem lluny sense recança
d’allò que haurem deixat aquí.
Anirem lluny sense recança
-i serem dues, serem tres.
Veniu, veniu, a la nostra barca,
les veles altes, el cel obert.
Hi haurà rems per a tots els braços
-i serem quatre, serem cinc!-
i els nostres ulls, estels esparsos,
oblidaran tots els confins.
Partim pel març amb la ventada,
i amb núvols de cor trasbalsat.
Sí, serem vint, serem quaranta,
amb la lluna per estendard.
Bruixes d’ahir, bruixes del dia,
ens trobarem a plena mar.
Arreu s’escamparà la vida
com una dansa vegetal.
Dins la pell de l’ona salada
serem cinc-centes, serem mil.
Perdrem el compte a la tombada.
Juntes farem nostra la nit.
Ariadna Bertran Caza de grandes
A Silvia Federici
Éramos más grandes
porque aún no nos habían arrancado
tantas partes.
Hay que dividir lo grande
para vencerlo.
Nos dijeron: “no eres el agua
no eres el viento
no eres la piedra caliente un día seco
ni la raíz que abraza a la tierra
como si de ello su vida dependiera
no eres el pájaro que tiembla
no eres la hoja que deja de ser hoja
para ser, de nuevo, tierra,
no, no eres la tierra”,
nos dijeron.
Y, así,
pequeñas, pequeñas, pequeñas.
Nos dijeron: “no eres
las estrellas,
no eres tampoco el húmedo cántaro de la noche
volcado sobre el tiempo,
no eres el tiempo,
el sol y la luna no son de tu familia”,
nos dijeron
“qué magia ni qué niño muerto”,
“astros y satélites
materia obediente,
como tú, sí, obedecen
leyes predecibles,
sordas, mudas”,
nos dijeron “el sol y la luna no os escuchan,
solo lo que tiene orejas escucha,
solo lo que tiene explicación existe,
solo hay una explicación, la nuestra,
y os la daremos
cuando podáis entenderla, pequeñas,
pequeñas, pequeñas.”
Nos dijeron: “tampoco
eres más de una, es decir, no eres
tus vecinas, tus primas, tus tías
ni ninguna de tus compañeras”.
Nos dijeron: “desconfía
de las otras mujeres, quieren
quedarse con lo tuyo, lo que no se es
pero sí se tiene. Lo tuyo. No de ellas.”
Y, así,
pequeñas, pequeñas, pequeñas.
Para que ocupáramos aún menos espacio,
nos dijeron: “no eres tu vientre
y tampoco, cada treinta y dos días, su ofrenda”.
Nos dijeron: “no eres tus tobillos flexibles
ni el blando de dentro de los codos
ni el bello césped de las pantorrillas”.
“No eres la médula que te ata a la vida.”
“No eres tu cuerpo, pero te dejaremos
tenerlo
con la condición de que se parezca a… esto.”
Y, así,
pequeñas, pequeñas, pequeñas.
No quemaron brujas en la hoguera.
Quemaron el ser cuerpo, el ser tribu, el ser tierra, el ser estrella.
Quemaron la grandeza
de existir
unidas y completas.
Llamaron Edad Moderna
a los siglos en que centenares de miles
de mujeres murieron en la hoguera;
a los siglos en que continentes enteros
fueron arrebatados de su tierra;
lo llaman, aún, Edad Moderna
descubrimiento de América
capitalismo primigenio
racionalismo cartesiano
método científico
pero recuerda, recuerda
que fuimos grandes
antes de que nos arrancaran
en la mal llamada Edad Moderna
tantas
partes.
Descripción
Capítulo especial : Recital de poetas
Alçar las manos, estas, sucias.
Recital de poetas de los setenta y de ahora
Parte 3 : Maria Cinta Montagut
Créditos
Recital poético comisariado por Sònia Moll y Hiedra Marçal con las poetas Adriana Bertran, Alba Camarasa, Maria Cabrera i Mireia Calafell, que recitarán textos propios y de Maria Beneyto, Maria Mercè Marçal, Maria Cinta Montagut y Marta Pessarrodona, con el acompañamiento musical al violonchelo de Laura Sanz que interpretará los Preludios de Sofia Gubaidúlina y las melodías de Hildegarda de Bingen.
Presa de sonido, montaje : Coralie Martin
Gravado en octubre 2019
Puesta en línea : Noviembre 2019
Poemas
MireiaCalafell recita Todos los cuerpos no son tu cuerpo , de Maria Cinta Montagut
Todos los cuerpos no son tu cuerpo
aunque sean hermosos
aunque lleven la luz y el mar en su cintura
y en su sexo escondido lleven tantos deseos.
Pero no son tu cuerpo.
Estas tardes sin límite
sin el frescor alado del invierno
pensar tu cuerpo adormece las horas
y acompaña el silencio del tiempo como fiebre.
Los cuerpos incendiados
que llevan tras de sí pendientes tantos ojos
nunca serán
y antes nunca han sido.
Teoría del silencio, 1997
Mireia Calafell No és veritat
Maria Cinta Montagut Vivir, per Ariadna Bertran
Vivre est un visage qui manque.
Hélène Dorion
Vivir
es comprender el cuerpo que habitamos,
conocer el complejo de sus ríos internos,
el fluir de sus aguas hacia el mar
de otro cuerpo,
de otras horas y días,
de otro azar.
Vivir
es la aventura secreta de descubrir el mundo
que se esconde en las últimas células
en el cuarto que te inventa de noche
cuando atraviesas el muro que te impide
ser otro cuerpo,
otras horas y días,
otro azar.
Vivir
es la palabra y su espejo.
Ariadna Bertran Soy como un inmenso país
"Soy como un inmenso país
[...] donde mi vida y yo somos libres
y no hay llaves en las puertas."
Gioconda Belli
Soy como un inmenso país
que celebra el final de un largo
estado de sitio.
Músculos que no se escribían cartas
desde hace años, se encuentran
hablando dialectos distintos
de la misma lengua.
Torpes, se medio abrazan,
incómodos aún,
y salen músicxs a las plazas
y hormonas algo menos despechadas,
y mi pelo son guirnaldas
y mi vello son guirnaldas
que giran al son de las campanas ventrículas.
Mensajeras corren por mis nervios:
"¡se acabó la dictadura del miedo!",
"¡se acabó la hambruna de la rabia!".
Caen, caen los espejos
de las copas de los árboles
y llueve dentro de mí
y los camiones apartan las losas de en medio
de las carreteras
y pasan sin esfuerzo.
Se enciende la luz en las fábricas.
Soy como un inmenso país
fértil en la tragedia y la alegría.
Los cines en reposición continua
replantean
una programación más acorde
con los nuevos tiempos. La radio
aprende nuevas músicas
que contienen silencios.
La obra megalomaníaca incompleta
que fue mi coxis, deja
de contarse tan vacía.
Todas las Adrianas que pueblan mi presente
dejan
de gritar pasado siempre,
de comer futuro a tientas
y me miran
y se sientan.
Y detrás de los bosques, y detrás de las ciénagas,
y de los acantilados donde la bondad despeña,
detrás de los ríos que se abren como lagos
en la boca de mares calientes,
más allá de las sierras velluditas y sus cuevas,
en el centro de mi tierra,
ese árbol de la vida cuya fruta
nunca estuvo prohibida
me entrega,
al fin,
todas sus semillas.
Maria Cinta Montagut Bajo la lluvia insomne, per Maria Cabrera
Bajo la lluvia insomne
pasan paraguas ciegos,
pasan niños sin nombre,
y los tranvías se acumulan.
Bajo la lluvia
la ciudad se vacía de rumores
y cede a la escritura.
También las palabras se humeceden
y no sirven
para decir, para nombrar,
para llamar, para sobrevivir.
Maria Cabrera Disposició natural
El vent inclina els arbres
com la set les persones.
Els marbres de les barres
dels bars de Barcelona
suporten aquest pes:
el pes de les persones
inclinades per l’ànsia
el pes de tot el vent
que fora de les cases
fa xerricar xarneres
pentina les acàcies
i a sota de les rambles
per dins les clavegueres
inquieta i mou les rates.
Maria Cinta Montagut Ya no tiemblan los vidrios…
Alba Camarasa He imaginat com queien…
Descripción
Capítulo especial : Recital de poetas
Alçar las manos, estas, sucias.
Recital de poetas de los setenta y de ahora
Parte 2 : Marta Pessarrodona
Créditos
Recital poético comisariado por Sònia Moll y Hiedra Marçal con las poetas Adriana Bertran, Alba Camarasa, Maria Cabrera i Mireia Calafell, que recitarán textos propios y de Maria Beneyto, Maria Mercè Marçal, Maria Cinta Montagut y Marta Pessarrodona, con el acompañamiento musical al violonchelo de Laura Sanz que interpretará los Preludios de Sofia Gubaidúlina y las melodías de Hildegarda de Bingen.
Presa de sonido, montaje : Coralie Martin
Gravado en octubre 2019
Puesta en línea : Noviembre 2019
Poemas
Ariadna Bertran recita Carnet d’identitat: febrer 1969 de Marta Pessarrodona
Quan hagi passat aquest temps,
i la història se n'apropiï,
espero trobar-me ben lluny
–cremades totes les naus
que temptin al retorn.
Deixaré, ja refets,
els patriotes d'ofici.
M’instal·laré de pròfug
–ofici sempre poètic.
Llegiré, de tant en tant,
els diaris i m'esgarrifaré
de veure noves tempestes.
Aquí, probablement, naixeran
nous calbs que detentaran,
en nom d'antics i perillosos
càrrecs subterranis,
les més pròsperes gerències.
I els polemistes, que quan
no tenen tema l'inventen.
No voldré saber res
dels qui xuclen dels monopolis:
els deixaré tots sols
la feina de salvar-nos.
Ja ho he dit:
llegiré els diaris, vell,
allunyat, sense cap
temptació possible.
Ariadna Bertran Érase una vez un mundo
Érase una vez un mundo
Érase una vez
un mundo líquido.
Cada 3 años
tenía lugar la descongelación
de los alquileres. Los contratos laborales
de 7 días
aumentaron un 98,5%
en una década.
“Temporalidad estructural”, lo llamaban.
Como si pudieras edificar tu vida
sobre una columna de agua.
Érase una vez
un mundo líquido.
Desde sus sólidas burbujas
el 1%
nos recordaba que las raíces pesan,
sus sirenas cantaban las bondades
de la piscina prometida:
¡sé libre! ¡emprende!
El adjetivo latino uber, uberis
significó copioso,
abundante, fecundo,
fértil.
Pero aunque al app-patrón
tu vida le resbala;
hey, 'rider'
suena tanto más cool
que 'proletario'...
La movida en los 80 nos había enseñado
que era de cutres militar
en cualquier sindicato.
Lo guay
era ser líquido:
ponerte hasta el culo,
follar
y que las olas borren sus nombres de tu almohada,
¡sé libre! ¡comparte tu casa!
¡sé libre! ¡cambia de co-working!
¡sé libre! Libre, tú; no tu tiempo.
Tu tiempo libre dedícalo a algo productivo,
mejora la fuerza de trabajo del 1%. El cansancio
es una enfermedad. Sólo existe el entusiasmo.
Be water, my friend.
¡Sé libre! ¿Te pesan esas sólidas cajas? Alquila tu trastero con Bluespace.
Bluespace, Clearblue, Clearblue, PP...
Porque este azul es azul como el mar ¡azul...!
No te cabe nada sólido en casa
porque no tienes casa,
pero ¡sé libre! ¡vete a vivir a Australia!
Estudia un máster con dinero a crédito y que rinda
en Alemania,
porque los vínculos largos son el tema perfecto
para emotivas campañas navideñas,
pero resecan
el 'progreso'.
Así que
acumula experiencias como quien achica agua
de una balsa de maderas separadas.
Acorta
tus raíces. No pises
la tierra, o descubrirás que es playa,
y no es sólo el ártico
que se deshiela, que también;
es que olvidan que ¡no tenemos branquias!
Las mareas son inevitables,
no así el sistema.
Primero, nos quitaron la tierra.
Después, nos quitaron el tiempo.
Y ahora, ahogadxs
de libertad de náufragxs,
destejen las redes
que han de salvarnos.
Mis amigxs: tierra.
Mi pareja: tierra.
Mi familia: tierra.
Mi trabajo: tierra.
Mi slamilia: tierra.
Respiramos
vínculos.
Sólo juntxs nos temen.
Cuidémonos lxs unxs a lxs otrxs
como nunca nos ha cuidado
el narrador de este cuento macabro;
seamos horma en su zapato de tormenta;
que llueva
tierra,
es hora de reconocernos
animales sociales y terrestres:
competir
un hábitat impuesto, no un gen de la especie.
Érase una vez
un mundo
nuestro.
Mireia Calafell recita More de Marta Pessarrodona
Matí de llum
que no vas veure;
delit de l'arbre
que ja no senties.
(Escolto encara l'esgarrifor
del colpeig uniforme:
l'aire s'enduia l'amor,
el teu, per les roses.)
No vam dir cap poema
per tal de recordar-te;
ni gosàvem fumar:
la figura absent
segava qualsevol acte.
No m'ho crec ni ara:
conservo telèfons,
coses per mostrar-te
i em trobo portes tancades.
No s'obre cap finestra:
la manca de ressò, fa basarda.
In memoriam Marià Vancells
Mireia Calafell Comiat
Alba Camarasa recita Nit trista de Sant Joan de Marta Pessarrodona
No vam saltar ni l'última foguera.
Nit sense sorolls ni xiuxiueig de brases.
Nit de somnífer, letífera remor.
(¿Quant de temps ha calgut
per saber cobejar el corb
—aquest literari animalot
de color d'ala de mosca?)
Nit per no viure-la:
dolor adeu, adeu amor.
Ho havíem cremat ja tot.
Alba Camarasa Revetlla o L’endemà
Maria Cabrera recita Colom a una finestra de Barcelona Marta Pessarrodona
Tenia exactament els teus ulls.
Que volies dir-me ?
Maria Cabrera, ELS SABERS
conec la por dels teus ulls a l’alba. i l’espetec de les flames, el crepitar amagat dels boscos, la bogeria dels ocells obrint-se camins d’aire. érem tots dos una hipòtesi molt vaga, als llindars de la son, al vertigen del dubte i de la nit felina. ja no caminàvem: sèiem dalt d'una muntanya on havíem trescat, insaciables, pels senders costeruts de l’ànima. no reies, no em miraves: tenies els ulls clavats en les flames, als ulls dues flames que no trigarien a fer-me totes les rutes de la cendra per dintre: molt cruels i molt belles. i jo t’esperava, a la gatzoneta dalt d’un cim rocós ple d’esculls dificilíssims, tentinejant a un esglai de l’abisme: véns i em salves? véns i em saltes? conec els filons de la por dels teus versos, el triangle escalè dels teus gestos, l’animal arraulit als teus polsos, el retorn dissonant del teu gust quan m’allunyo, el sabor amargant de la taronja que em dónes. m’he après totes les albes, m’he après tots els sorolls quiets de la matinada: el bosc, l’ocell, les pedres, la fusta, les flames. i ara, quan del nostre caminar plegats en direccions sens dubte oposades no me’n queda sinó un grapat de pedretes dringuejant a les butxaques, un flascó de vidre buit i tota aquesta pols a les sabates; ara que ja em sé de memòria el rosari de la pena; ara que ja et saps de memòria les filigranes de la llenya a les soques; ara; ara ja m’he tornat gorga profunda, mort i passió, tres dies sense pa i deliris d’aigua: ara ja duc a dins del pit la nit sencera.
Descripción
Capítulo especial : Recital de poetas
Alçar las manos, estas, sucias.
Recital de poetas de los setenta y de ahora
Parte 1 : Maria Beneyto
Créditos
Recital poético comisariado por Sònia Moll y Hiedra Marçal con las poetas Adriana Bertran, Alba Camarasa, Maria Cabrera i Mireia Calafell, que recitarán textos propios y de Maria Beneyto, Maria Mercè Marçal, Maria Cinta Montagut y Marta Pessarrodona, con el acompañamiento musical al violonchelo de Laura Sanz que interpretará los Preludios de Sofia Gubaidúlina y las melodías de Hildegarda de Bingen.
Presa de sonido, montaje : Coralie Martin
Gravado en octubre 2019
Puesta en línea : Noviembre 2019
Poemas
Preludi 1
Maria Cabrera recita Recerca de Maria Beneyto
Caldria anar amb peus de neu, petits,
a saludar l’intacte de l’aurora.
A deixar-li la pau dels rams més tendres
caldria anar amb passos fets de flor.
(Després, derrocar arbres plens de nius
per a les creus de mort, per als incendis.
I remoure al fosc cec tristors pregones
esbrinant bé després què és un ocell.)
Caldria que a la set d’un cigne blanc
refrescàssem les tèbies alegries.
Caldria recercar els capolls tímids
per al gran desdejuni del matí.
(Després, tornar al fum. Desfer sorolls
per als infants que avui han de morir-se.
Després, girar-se a Déu i preguntar-li
per aqueixes angúnies innocents.)
Caldria anar, curant de no ser vent,
on les plomes voldrien formar ales.
Caldria anar al túnel de les brises
a cercar les maragdes envoltants.
(Després, alçar les mans, aquestes, brutes,
interrogant per què, per què. Clamant.
Després, cridar fins a quedar-se tous
deixant a Déu el buit. A ses paraules.)
(Poesia (1952-1993))
Maria Cabrera L'estremiment de les dàlies
Ens vam posar a fer temps: vàrem pastar-lo. El vam fer de la pena dels nens tots mudats el diumenge de rams, vam descordar-hi un vent molt fluix i el vam atiar curosament amb les mans. Va ser l’inici d’un seguit de setmanes de feina: treballàvem esforçadament per no dir-nos res, un escuradents desmenjat penjant del precipici de la boca i tot l’avern dels mots que ens queia per terra. I de tant tocar-nos el buit, de tant fer-nos-el costella, ens vam escalfar com un vidre i ens vam dar la forma d’una llengua de foc: de la mida justa de l’esglai. La por se’ns va estendre pels camins de les venes, i les llenques de terra van sospirar per l’enèsim guaret i els fills morts en l’enèsima ràtzia. Vam omplir un perol de nosaltres i l’aigua era fosca i espessa: et recordo remenant-la esforçadament amb un culler de fusta. Entre el riure i la resina i la resina i el resignar no és tan llarga la distància, em vas dir: i ja tenies la boca plena només de la pena del tu, i ho vas dir just abans que se’ns llagués la mirada. L’alè dels boscos de nit se’ns va posar al clatell, i vam donar el pit a la fosca. La distància entre els camins s’espesseïa de ganes de fugir encara una distància més lluny, i ja no ens hi vèiem: totes les distàncies corrent amb xisclets de boira baixa i ocells sense rumb, i tu i jo incapaços de fer-nos d’ordre i de fer-nos esbart i de fugir-nos també. Vam coure ferides a foc molt lent, i les vàrem llescar amb una ganiveta generosa, com qui talla un pa de xeixa: i ens les vam estendre pel tronc i les mans. Pel sexe també, però diferent: però mineral. La saba íntima del mot solitud va dreçar una alzina altiva, i vam seure a la falda de l’ombra que feia, que ens convidava a esperar. Un falciot amb el ventre ple d’ous secrets va venir a escalfar-se als nostres dits fets de branques, però ens va entendre la mirada carregada de vespre i això el va fer pondre: llavors vam covar durant mesos tres dubtes i un desig, com un mal atzar de les cartes. De les closques trencant-se no en vam poder parlar, que ja no hi érem, que no hi vam ser més, a dintre el nosaltres. Però camí enllà, cadascú encimbellant-se en el seu jo, de cua d’ull vaig veure com ens seguia pels marges el primer estremiment de les dàlies.
Maria Beneyto, Parets per a una casa nova
Alba Camarasa, Nines russes
Adriana Bertran Anía recita Veu per a un fill nonat de Maria Beneyto
Fill meu remot, el no nascut de mare,
el no arrelat a aquesta carn de dona,
mai no engendrat, presència no viscuda,
jo et demane el silenci, jo no et cride...
He nascut massa vella. Vinc de l’ombra
i ja et portava al si l’ànima meua
quan la claror em va ferir els passos.
Vaig vindre amb tu, dual ja per a sempre.
Quin núvol vares ésser en els muscles
de la infantesa meua no esclatada!
(Ara et pregunte des de lluny per ella:
¿es va creuar amb tu, la vares veure?)
El nostre encontre —quan?— fon un misteri.
Jo somiava els braços de carn teua
com dues branques de dolçor pregona,
o com dos istmes de la llum quallada.
Però també et sentia fet cadena
al meu coll, fet d’amor que asfixiava.
Et sentia avançar cap al meu viure
interposat entre les veus dels altres...
I en mi romans, fet mur en l’invisible,
tancant la meua porta a l’abraçada,
gelós de l’home que podria dur-te
des del teu fons, des del llimac a l’aire.
Ai fill, ai mort, ai ànsia meua viva!
Què vols de mi, què dius que he de donar-te?
Quina animàlia ets dins de ma vida
devorant-me feréstec la tendresa?
Allunya’t ja de mi, fill de silenci,
deixa’m ja sola, sense pes, crescuda.
Als llimbs d’infants nonats, pot ésser trobes,
companya i aguardant-te, ma infantesa.
Maria BENEYTO, Poesia (1952-1993), Ed. Alfons el Magnànim (IVEI), València, 1997.
Ariadna Bertran - cada 32 días
Cada treinta y dos días
mi cuerpo decide unilateralmente preparar una fiesta
de bienvenida
a unx invitadx que no ha venido nunca
y que, posiblemente, jamás venga.
Cada treinta y dos días,
sin aprender del pasado, sin ocurrírsele
consultarme a mí, su habitante, mi cuerpo
envía mensajeras con las invitaciones,
llena la despensa,
decora las paredes,
entra en un frenesí productivo
de quien sabe que hay una fiesta que se acerca
en que vendrá, vendrá, vendrá…
Como vienen invitadas a todas las otras fiestas: las flores
convirtiéndose en cerezas, la primavera
anticipando el verano, las ranas
croando como locas bajo la luna
recién llena.
Cada treinta y dos días
en la fiesta se acerca la hora, y el éxtasis de amor
del silencio antes
de chillar: “¡sorpresa!”
ignora feliz el hecho de que
cada treinta y dos días
yo sigo sin querer invitadxs
que vivan en mí y luego salgan
de mí para entrar en la vida.
Madura la fruta de mi cuerpo y no viene
nadie a morderla
porque no quiero, porque yo seré mujer y fértil
de otra manera.
Cada treinta y dos días,
las invitadas se miran nerviosxas en ese silencio
ensordecedor de las fiestas
en que la sorpresa es que lx invitadx de honor
llega tan tan tan tan tarde que quizá
nunca existió.
Cada treinta y dos días se pudre la fruta del cuenco
de mis caderas,
como se pudren los canapés en la nevera.
Las invitadas,
cansadas de esperar, revelan
su clara vocación de plañideras.
Hormonas despechadas arrancan las guirnaldas.
Se caen las paredes decoradas. Salen
como un río de lava entre mis piernas... Cuánto cansa
esperar trenes en una estación de bus.
Y el e-
co
de la escoba al barrer el último confeti del suelo
cada treinta y dos días, hace que yo
maldiga esta ceguera de mi cuerpo;
maldiga esta fertilidad tan cara,
tan ingrata para quienes somos fértiles
de maneras no labradas por la tierra.
L’engany de Maria Beneyto per Mireia Calafell
Jo sóc la dona forta de la Santa Escriptura.
(Mai no hi hagué més feble, més humil criatura.)
Mai no hi hagué un silenci més compacte que el meu
tancant els camins vívids a més crescuda veu.
Ells em motegen freda, i serena, i valenta.
I estic plena de pànic i de tristor calenta.
Ells són sens rels pregones, i sens força i sens pau.
Ells són el covard sempre, o el dolent, o l’esclau.
Ells són els vents aqueixos que ajuden tota flama,
ells, folls, els gots de l’ombra, la veu tensa que clama.
I jo no sé quin núvol equivocat i estrany
posà en mi l’aigua aquesta, de font que no em pertany.
Però mai no vaig dir-los: «Companys, també sóc terra.
De flama sóc i d’aigua, d’elements sempre en guerra...»
No els diguí la por meua a la nit, a la mort.
Prop de mi, no sabria que estic morint-me, el fort...
No és l’estil meu, sabeu-ho, lluir per la ferida
la vida.
Mireia Calafell Dafne
Descripción
Capítulo 1: El asfalto de la noche
Una noche de verano 2019, también se duerme en la calle...
Créditos
Una creación de Coralie Martin
Presa de sonido, montaje : Coralie Martin
Gravado en junio 2019
Puesta en línea : octubre 2019
Lectura :
Con :
- Cristina Sanchez Arpal, Trabajadora Social a la fundación Arrels
https://www.arrelsfundacio.org/es/
- Los voluntarios de Arrels
Música : Hang Massive